domingo, 2 de octubre de 2011

Granujas de medio pelo

Empieza la peli; pantalla en negro; suena jazz; unos créditos iniciales en blanco te indican los actores por orden alfabético; no hay duda, vas a ver una de Woody Allen.

Director: Woody Allen
Guión: Woody Allen
Música: Varios
Reparto: Woody Allen, Tracey Ullman, Hugh Grant, Michael Rapaport, Tony Darrow, Jon Lovitz, Elaine May, Elaine Stritch
Productora: Dreamworks
Curiosidad: Granujas de medio pelo es un remake de una cinta de 1942, Lacerny, Inc. cosa muy poco habitual en Allen.
Nota: 7/10



No sé cómo he podido tardar tantísimo en escribir algo de Woody Allen. Soy un gran admirador de ese tipo de gafas de pasta gruesa que levanta lo que la silla en la que estás sentado, pero que se saca unas deliciosas comedias con las que te sueles pasar un buen rato; Granujas de medio pelo es un buen ejemplo.


Ray, es un ladronzuelo de poca monta, que pretende robar un banco. Para ello, su mujer regentará una tienda de galletas contigua a la sucursal, mientras él y su banda cavan un túnel que les permita acceder a la cámara acorazada. Con lo único que no contaban era con el éxito de la tienda...

¿Te imaginas a un pequeñajo entrado en años intentando robar un banco? ¿no verdad? Pues imagínate la de escenas cómicas que nos otorga este film. Con un comienzo sencillamente brillante, Granujas de medio pelo se desenvuelve ante nosotros, entre canciones de jazz y frases ingeniosas, con algunos de los mejores intérpretes de la comedia haciendo lo que mejor saben.

La segunda parte de la peli se nos muestra más como una tragicomedia, en la que, sí, el ritmo decae y se hace más lenta, pero también es cierto que es aquí donde se encuentra la carga crítica de la historia (ninguna cinta de Allen está completa sin una crítica a algún aspecto de la sociedad, donde además suele estar presente la hipocresía).


Si este último párrafo te ha dejado un poco frío vamos a hablar de actores si te parece a ver si remontamos el ánimo.

Woody Allen y su doblador, Joan Pera
Como ya te he contado, el genio de NY ejerce de prota además de director, con ese papel, tan clásico suyo de persona con desórdenes mentales, estresante, y algo megalómano. Siempre se ha dicho que esa es su forma de ser en realidad, que siempre interpreta el mismo papel...lo más probable es que sean ciertas ambas cosas, pero entre tú y yo ¿acaso quieres ver a Woody de otra forma? Yo tampoco.
Me gustaría hacer un pequeño paréntesis en su doblador. Que España tiene unos dobladores de lujo es una verdad como un templo pero ante Joan Pera hay que pararse un momento. Parece tan natural y tan suya la voz, que olvidamos el trabajo de este estupendo doblador, que tanto nos acerca a Allen.

Volviendo al resto de actores, qué podemos, decir; con un elenco de secundarios como Michael Rapaport, Tony Darrow, o Jon Lovitz unas risas te aseguras, y tal vez uno de los problemas de la segunda parte del film es precisamente esos actores ceden su protagonismo al hombre con la sonrisa más encantadora de la última década, y se nota.

Aunque no me malinterpretes, yo creo que es la única peli que haya visto, en la que sale Hugh Grant, y no me entran ganas de partirle la cara. Aquí cumple bastante bien, y aunque su personaje no tiene tanta carga cómica como los anteriores, resulta un pilar clave en la peli.

Por último quería comentar algo de Tracey Ullman;  la cual interpreta un personaje entrañable, al que le coges cariño desde el minuto uno, y con el que tal vez, llegas a mostrar mayor empatía. Es curioso porque bien es sabido que Woody Allen tiene sus musas (que casualmente suelen ser mitos eróticos de la época), a las que usa para 300 películas. Sin embargo a Tracey la llamó pocas veces, y es una pena, porque a pesar de no ser un símbolo sexual, la química entre ella y Woody es evidente.



Psche, no me terminas de convencer, últimamente ir a ver una de Allen es jugársela. Estoy de acuerdo contigo solo a medias; sí el nivel del director ha caído en las últimas pelis, pero si te fijas estas eran dramas, véase Vicky Cristina Barcelona; porque en comedia sigue fresco como una lechuga, y sino mira Scoop o Si la cosa funciona, que no son tan viejas. Además, ¿cuántas veces has visto que en un concierto de música clásica en una iglesia, alguien se ponga a hablar a voces por el móvil? Pues eso.

En resumen, con Granujas de medio pelo, nos encontramos ante una ligera comedia, con cierta carga moral, que a pesar de tener sus altibajos, te deja con una sonrisa en los labios, siendo perfecta para esas tardes insulsas de domingo en lo que lo mejor que haces es actualizar el Tuenti cada 30 segundos. Eso es todo, gracias por el rato dedicado, y ¡hasta la semana que viene!









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